Paul du Bois-Reymond (Ámsterdam / Berlín) es un artista visual, músico y diseñador gráfico que vive y trabaja en Ámsterdam. Estudió en la Academia de Artes Rietveld (1992-1996) y fue cofundador del infame DEPT, más tarde colectivos de diseño Machine famosos por sus deslumbrantes diseños de portadas de discos. En 2018 cofundó la banda OWN, con sede en Ámsterdam.

Después de varios años de experimentar con el dibujo y el huecograbado, es a través de la pintura y, en particular, del uso de pasteles al óleo, que el artista ha encontrado un nuevo medio para desarrollar su propio lenguaje formal. A través de él, se materializan universos neosurrealistas, extraídos y producidos en el ámbito digital. A partir de imágenes virtuales desprovistas de aura artística, ya sean capturas de Internet, instantáneas personales u objetos generados por inteligencia artificial, el artista recoge, recompone y traslada estos fragmentos a la superficie del lienzo.

Cojines de cuero, perlas, pastillas de cromo o bolas de mármol -entre otros elementos diversos- se animan y levitan en espacios etéreos, en una realidad atemporal. Al trasladar estos objetos del dominio digital al marco pictórico, du Bois-Reymond modifica su naturaleza, dotándolos de cualidades físicas y elevándolos al estado de entidades estéticas únicas, más allá de “lo que se espera de ellos”. El uso de óleo para la base y pasteles al óleo para los objetos enfatiza las texturas y tonalidades de las superficies y les da una densidad satinada y saturada. El cuero, el mármol o el metal brillan con audacia bajo un trazo preciso a pesar de la naturaleza tosca de los pasteles al óleo. El poder de atracción de las composiciones se intensifica por la exagerada escala de su representación. A veces aislados en pequeños lienzos, a veces yuxtapuestos en grandes formatos.

Las obras de Paul du Bois-Reymond confrontan al espectador con sus propios gustos, sus propios condicionamientos: ¿por qué encontramos bellos estos objetos, está influenciado por el valor que les confiere la sociedad, de dónde viene la atracción que emana de ellos? Al exagerar el placer de mirarlos, tocarlos o poseerlos, Paul cuestiona su autoridad y propone una visión pop -no exenta de ironía- de nuestra sociedad de consumo. Dejando así al espectador paradójicamente asombrado por la belleza de sus cautivadoras obras.