Malgosia Jankowska, originaria de Polonia, vive y trabaja actualmente en Berlín. Su trabajo, realizado con una técnica impecable, transporta al espectador a un mundo donde la naturaleza y el hombre conviven en armonía. Un buen ejemplo de ello es su obra Still life (2021).
No obstante, en la mayoría de sus obras esa calma que transmite el entorno parece estar amenazada por la aparición de insectos y serpientes realizados a escala mayor.
Según la artista, representan el peligro constante que amenaza la paz, poniendo en evidencia el frágil equilibrio de nuestra humanidad.
En el polo opuesto, los niños representan la parte mas inocente e ingenua de la civilización, la esperanza en un mundo mejor.
Jankowska construye sus obras con variaciones translúcidas y altamente pigmentadas de acuarelas y tintas negras, azules y rojas. Cada imagen está cuidadosamente matizada y sombreada jugando con los tonos para crear un efecto agudo y sutil.
La artista utiliza un pincel fino para definir la topografía, las cabañas y los arboles gráciles. Estos elementos están ilustrados con muchos detalles, mientras que sus personajes son extravagantes figuras que se difuminan y se desvanecen entre la naturaleza.
Cada figura o grupo de gente está casi escondido y enmascarado por el precioso paisaje, resaltando no solo el placer de la solitud, pero también el poder psicológico de los paisajes naturales.
Jankowska construye la amplitud y la profundidad de sus obras con su ingenioso uso del tono de la tinta, dando a sus ilustraciones una evocadora e inquietante atmósfera, donde cada pieza captura una escena similar pero una historia aislada.
Hay una rareza en cada obra que cautiva el espectador y le desafía a reflexionar sobre la historia y el sitio misterioso que se aprecia en el lienzo.