La obra de Jo Hummel se caracteriza por la pintura y el collage sobre una superficie de papel en la que emplea variaciones espontáneas de espacio, color y forma. Aunque sus collages pictóricos tienen un carácter físico y material, el contexto es deliberadamente antropológico y las obras de Hummel se inspiran en los hábitos y el comportamiento humanos, con especial interés en el determinismo y el libre albedrío, así como en preocupaciones formales.

Su práctica funciona como una simulación de experiencias decisorias que le permiten captar y utilizar sensaciones como la ansiedad o la serenidad. Y es a través de estos estados emocionales contradictorios de comodidad, satisfacción, ansiedad, repulsión, etc., que Hummel es capaz de aprovechar el estado de incertidumbre humana que se siente en todas partes. Las estructuras sociales en las que nos desenvolvemos guían e interfieren en cómo nos sentimos y en lo que decidimos hacer a diario. La clase social, la religión, el sexo y la etnia influyen en lo que nos resulta agradable o desagradable.

La naturaleza del collage es que, a lo largo de su creación, la obra cambia constantemente. El artista debe negociar el lienzo reorganizando, eligiendo y ajustando, a menudo durante largos periodos y habiendo explorado cientos, incluso miles, de los infinitos resultados posibles. De este modo, el propio proceso creativo es tan importante como el resultado final.

Jo Hummel trabaja en su estudio de la isla de Wight, un lugar que le ayuda a hacer del proceso creativo un momento de meditación.