Las cosas cambiaron tan rápido que resultó difícil acompañarlas
En esta exposición, Santiago Talavera propone algunas de sus obras más recientes, que desde Hauntopolis (2020) vienen trazando una idea de paisaje permeable a los conflictos entre cultura y naturaleza.
Partiendo de una fase de Bruno Latour, “Las cosas cambiaron tan rápido que resultó difícil acompañarlas”, el artista nos sumerge en escenas donde la dimensión temporal parece alterada en una superposición de pasado, presente y futuro.
Tanto en collages de gran formato como en pequeños lienzos y dibujos, vemos construcciones semiabandonadas como si fuéramos los últimos espectadores de algún desenlace al que llegamos tarde. La aparente “falta de acontecimiento” permite al artista desplazar lo humano para proponer narraciones y desarrollos en otra escala.
Se trata de especular sobre una realidad independiente del pensamiento y de la humanidad. En estas obras se despliega la poética de un “mundo sin nosotros”, donde los residuos incluyen una malla de emisiones spam, glitches y fallos de imagen que flotan sobre la mayoría de las obras, materializando la hauntología de nuestra actualidad. La desintegración de nuestro orden temporal, en el que la línea entre el presente y el futuro parece haber desaparecido, se percibe en un mosaico espacial donde cada esquirla contiene una realidad propia, quizá el acceso a otro tiempo donde las cosas hubieran tomado un rumbo distinto.