La utopía del vivir
14.03.2024 - 27.04.2024
Juan De la Rica
Frente a una realidad cada vez más cruenta que nos asfixia y nos exprime, el arte puede manifestarse por dos vías de expresión: la de la denuncia y la del remanso de paz, las dos totalmente lícitas y necesarias para soportar todo ese peso vital que llevamos a nuestras espaldas. Juan de la Rica parece optar por la vía menos dolorosa y nos abre una ventana a varias escenas que, por su amabilidad, emanan una agradable sensación de confort. Una pausa entre todo el horror que nos asola.
A través de una serie de imágenes, con la inconfundible voluptuosidad que caracteriza su trabajo, muestra aquello que le ha inspirado una sensación tan placentera que ha tenido la necesidad de plasmarlo. A veces nada te salva más de la otredad, y de ti mismo, que encontrar belleza donde se destila paz. No solo los temas elegidos son agradables, las obras de Juan de la Rica tienen un empaque perfecto. Una suma de masas que se presentan en total equilibro, tanto entre los volúmenes como entre estos con la gama cromática utilizada.
Los personajes representados se encuentran en actitudes melancólicas cuando están de espaldas, una herencia de la pintura romántica que pervive en nuestro imaginario, y en otras más vitalistas cuando vemos sus rostros, en fiestas, incluso haciendo deporte. Todos queremos estar ahí: bailando con esa mujer, acariciando a ese gatito, mirando a lontananza… Las pinturas donde los protagonistas son jarrones y fruteros son un gozosísimo estudio de las formas tal y como hacía Cézanne, creando a través de estos objetos el germen de cubismo. Las recreaciones de los artistas en útiles sencillos seducen al espectador porque en ellos siempre se encuentra la esencia de su mirada creadora.
Reconocemos lo que nos muestra y anhelamos esa tranquilidad que proyecta su trabajo. Y ahí está la clave. En la amabilidad del particular pop de Juan de la Rica, concebido como una utopía, reside esa otra vía del arte que a priori no reconocíamos: la denuncia que logramos leer cuando reflexionamos sobre los porqués de un trabajo que insiste tanto en mostrar la cara buena de la vida, esa que algunos no han conocido y para otros es solo un recuerdo.
María von Touceda