Puro músculo urbano inspirado por el trazo y la fuerza de figuras como Egon Schiele y Bacon, Chamo San utiliza el dibujo para explorar la interdependencia y la tensión emocional de los individuos que retrata. Las poses congeladas y expresiones viscerales de sus personajes nos transportan a un espacio en el que la conexión es tan intensa que casi incomoda, generando una tensión que parece a punto de estallar.

Con un estilo atrevido y un dominio del dibujo que deja huella, Chamo San transforma cada escena en una coreografía de emociones contenidas. Cada obra es un viaje hacia la psique de sus personajes, una mirada cruda y sin filtros que desafía al espectador a explorar los límites de la empatía y a enfrentarse a la intensidad de una intimidad que, en ocasiones, roza lo inquietante.