BEATE HÖING
Coesfeld, Germany, 1966
La pintora y ceramista-escultora Beate Höing crea obras de arte cuya estética está profundamente influenciada por la ornamentación y las técnicas manuales del arte popular. Inspirándose para sus motivos en la cultura del souvenir, pero también en cuentos de hadas y mitos, despliega su creciente imaginación en obras definidas por un estilo inconfundible y un encanto singular.
Más sobre el artista
Con sus cuadros y objetos a pequeña escala, Beate Höing atrae al espectador a un mundo cada vez más pequeño. Sus cuadros se basan en fotografías de un fondo privado y muestran un pequeño ambiente burgués con blondas de encaje y cojines de ganchillo, flores de plástico y papel pintado estampado, en el que -entre muebles rústicos y adorables baratijas- simplemente hay demasiado de todo. En esos mundos de orden hogareño, reposan muchos recuerdos de infancia y de seguridad cómoda, de una cierta estrechez (moral, quizá también mental) que, con los esfuerzos globalizadores de hoy en día, ya no puede relacionarse realmente con todos los diversos niveles de la vida. Pero esta forma de clima anticuado también abarca (o abrazaba) una reconfortante dimensión humana y la sensación de un (antiguo) mundo idílico.
En sus obras, Beate Höing transporta y transforma recuerdos de la infancia que conservan y tocan las reminiscencias del espectador. Sin embargo, no lo hace de forma documental. Con un cierto aire acogedor, sus imágenes tienen algo irritantemente profundo, que no puede explicarse a primera vista. Tal vez sea este enfoque de una forma de vida como expresión de un estilo de vida que tal vez ya no se adapte a nuestro intento moderno de vivir con gracia. Algo de cuento de hadas e infantil se conjuga amorosamente con la petulancia y la frivolidad, sin condescendencia pero también sin idealización ni nostalgia.
En sus objetos de porcelana, Beate Höing recrea irónicamente el mundo de sus cuadros, que compone a partir de objetos encontrados en mercadillos de segunda mano y objetos de porcelana.